Cada uno de nosotros, acompañados de los Ángeles de la guarda, mensajeros de Dios que han sido guardianes de siempre y grandes amigos en nuestra inmortalidad, pedimos al cielo que el tiempo que vamos a estar juntos en este proceso, unidos como espíritus y almas, y como humanos encarnados en esta tierra, podamos ampliar nuestra mente, porque hoy se requiere que demos un salto más en nuestra parte mental, emocional y física, que seamos los hombres y las mujeres que de verdad hemos decidido aceptar el reto de vivir en el siglo XXI y ser aquellos que impulsan una nueva era, como fueron otros hombres en la antigüedad
Así lo estamos haciendo ahora nosotros, somos hombres y mujeres grandes en el mundo, que abrieron épocas, ahora nosotros somos eso, y así como muchos de ellos no pasaron a la historia, ni se recuerda sus nombres siquiera, sí se reconoce que el hombre abandonó sus viejas estructuras y avanzó.
Todos nosotros tenemos una gran responsabilidad, la aceptamos desde el cielo, aunque no lo recordemos, uno de los regalos maravillosos de este encuentro será poner a nuestra alma a estar más con nosotros, no porque esté lejos, sino porque nosotros no la hemos aceptado como debe ser, nosotros hemos llenado nuestra mente y nuestro campo áurico con un mundo de retazos, de telarañas y de larvas que han impedido que podamos sentir el alma como debe ser. Hoy, ese es uno de los grandes regalos que recibiremos, cada uno de nosotros pida a su Ángel que salude a todos, a los Ángeles tutelares también, que nos acompañen en este gran momento, cada uno debe hacer esta plegaria, después cerremos los ojos para crear el círculo de luz, para enraizar nuestro cuerpo y poder empezar este círculo sagrado colmado de Ángeles.
ORACIÓN Que la luz de los mensajeros ilumine mi camino, que su fuerza me ayude en todas mis acciones, que su amor colme mi corazón de gozo
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